Teme que el barro crezca en un momento, teme que crezca y suba y cubra tierna, tierna y celosamente tu tobillo de junco, mi tormento, teme que inunde el nardo de tu pierna y crezca más y ascienda hasta tu frente Miguel Hernández
Besé sus finos tobillos. Y estalló en risa, tan suave, risa hermosa de cristal. Arthur Rimbaud