Yo no comprendo nada. No tan sólo tus manos son un puro milagro. Un traspiés, un olvido, y acaso fueras mosca, lechuga, cocodrilo. Y después...Esa estrella. No preguntes. ¡Misterio! El silencio. Oliverio Girondo
¡Hasta las sombras, campo, no dan nunca ni el más leve traspiés en tu llanura! Oliverio Girondo