Somos seres de perversidad inmensa cada uno de nostros; villanos para quienes no existe más Dios que sus deseos, más leyes que los límites de su resistencia, más cuidados que sus placeres; sin principios, desenfrenados, disolutos, ateos. Indudablemente existen muy pocos excesos que no cometamos. Marqués de Sade
...De las figuras poderosas de la historia de Israel, dotadas de una constitución muy libre, han hecho, según las necesidades, míseros mojigatos y santurrones, o ateos, han simplificado la psicología de todo gran acontecimiento, reduciéndola a la fórmula, propia de idiotas, de obediencia o desobediencia a Dios. Friedrich Nietzsche