El poeta debe escuchar con respeto la crítica ajena, porque el libro lanzado a la publicidad ya no le pertenece. Él lo entregó al juicio de los hombres, sin que nadie le obligase a ello. Asístele, sin embargo, el derecho de no ser demasiado dócil a admoniciones y consejos, y le conviene, sobre todo, desconfiar aún de sus propias definiciones. Antonio Machado
Cierra tus labios y podrás oír del que posee el Aliento, todo lo que no cabe ni en palabras ni en definiciones. Cierra tus labios y podrás oír del Sol lo que no viene ni en libros ni en discursos. Cierra tus labios y hablará el Espíritu por ti. Únete a los amigos en el arca de Noé. Yalal ad-Din Muhammad Rumi