La noche negra lo confundía todo y apenas discerníamos las crestas de las olas asesinas, excepto cuando los relámpagos creaban un breve mediodía y se bebían la tiniebla, mostrándonos el peligro que nos acechaba, antes de devolvernos a una oscuridad duplicada. Mary Shelley
Te amé duplicadamente, te amé por vos y por mí. Juan Gelman
Una virtud simulada es una impiedad duplicada: a la malicia une la falsedad. Agustín de Hipona