...A partir de ahora todas las cosas de la vida están ordenadas de tal modo que el sacerdote resulta indispensable en todas partes, en todos los acontecimientos naturales de la vida, en el nacimiento, el matrimonio, la enfermedad, la muerte, para no hablar del sacrificio (la cena), aparece el parásito sagrado para desnaturalizarlos: dicho en su lenguaje, para santificarlos... Friedrich Nietzsche
Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad, así en el cielo como en la tierra; el pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos de mal. [Mateo 6, 9-13, texto del que se toma la oración del Padre nuestro.] Jesús de Nazaret