Marcel Proust (en francés: ; nombre completo: Valentin Louis Georges Eugène Marcel Proust; París, 10 de julio de 1871-París, 18 de noviembre de 1922) fue un novelista y crítico francés, cuya obra maestra, la novela En busca del tiempo perdido (compuesta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927), constituye una de las cimas artísticas del siglo XX. Su extensa novela fue enormemente influyente tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía y la teoría del arte.
Proust ofrece un gran panorama de la decadencia de la nobleza francesa a fines del siglo XIX, pero también salva mediante la riqueza imaginativa de su memoria para la posteridad ese modo de vida.
Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser Marcel Proust
La felicidad es saludable para los cuerpos, pero es la pena lo que desarrolla las fuerzas del espíritu Marcel Proust
Con la conservación de energía que posee todo lo físico, el sufrimiento ni siquiera necesita las lecciones de la memoria: así, un hombre que ha olvidado las hermosas noches que pasó al claro de luna en el bosque, todavía sufre del reumatismo que cogió en él Marcel Proust
Por muy bien hechos que estén los puntos de sutura, se vive con dificultad cuando nuestras vísceras han sido substituidas por la añoranza de una persona; parece que ésta ocupara más lugar que aquéllas, la sentimos continuamente, y además ¡qué ambigüedad verse obligado a pensar una parte del propio cuerpo! Marcel Proust
Se ha llegado a decir que la más alta alabanza de Dios está en la negación del ateo, que encuentra la Creación lo bastante perfecta como para poder prescindir de un Creador Marcel Proust
El pueblo se inquieta al ver llorar, como si un sollozo fuera más grave que una hemorragia Marcel Proust
Cierta aristocracia, educada desde la infancia para considerar su nombre como una ventaja interior que nada puede quitarle, sabe que puede evitarse -pues nada le añadirían- los esfuerzos que sin resultado posterior apreciable hacen tantos burgueses por profesar sólo opiniones bien consideradas y frecuentar sólo a personas bienpensantes Marcel Proust