En cuanto al recuerdo de Rodolphe, había descendido a lo más recóndito de su corazón, y allí permanecía, inmóvil y solemne, como momia regia en su subterráneo. De aquel gran amor embalsamado se escapaba un efluvio que, atravesándolo todo, aromaba con su ternura el inmaculado ambiente en que quería vivir.
Gustave Flaubert

Frases de Gustave Flaubert - En cuanto al recuerdo de Rodolphe, había descendido a lo más recóndito de su corazón, y allí permanecía, inmóvil y solemne, como momia regia en su subterráneo. De aquel gran amor embalsamado se escapaba un efluvio que, atravesándolo todo, aromaba con su ternura el inmaculado ambiente en que quería vivir.

Más Frases


Sí, ya he oído todo. Ahora sólo me falta callarme.
Antonio Porchia
Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.
Goethe
La música no es un negocio muy estable. Viene y va, y lo mismo ocurre con el dinero. Pero tu educación se queda contigo por el resto de tu vida.
Selena
Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós
Joan Manuel Serrat
No veo una separación entre lo que me imagino y lo que se percibe que me imagino. Como la música es un artificio, es como estar adentro de las canciones. Cada vez me doy más cuenta de que uno quiere admitir algo que no se puede admitir.
Charly García
Es la desgracia del hombre no contentarse nunca.
Simón Bolívar
La verdadera amistad es una planta de lento desarrollo y debe experimentar y resistir los embates de la adversidad antes de tener derecho a esa denominación.
George Washington
Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.
Antonio Machado
Con las buenas ideas, y a veces también con las malas, pasa lo mismo que con los átomos de Demócrito o con las cerezas de la cesta, vienen enganchadas unas a otras.
José Saramago
¿Podría haber para nosotros mayor milagro que mirarnos por un instante con los ojos del otro?.
Henry David Thoreau