El hombre no es de ninguna manera un ser firme y duradero, es más bien un ensayo y una transición, no es otra cosa sino el puente estrecho y peligroso entre la naturaleza y el espíritu. Hacia el espíritu, hacia Dios, lo impulsa la determinación más íntima; hacia la naturaleza en retorno a la madre, lo atrae el más íntimo deseo: entre ambos poderes vacila su vida temblando de miedo Hermann Hesse
En efecto, durante años, los lideres mencheviques habían afirmado que la revolución burguesa no podía llevar a cabo sino las aspiraciones de la burguesía, que la socialdemocracia no podía asumir las tareas de la democracia burguesa y deberia, sin dejar de impulsar a la burguesía hacia la izquierda. León Trotski